La cuarta etapa de nuestro Camino Portugués desde Tui transcurrirá a lo largo de 23 kilómetros por zonas rurales y con apenas desniveles. El peregrino encaminará sus pasos entre abundantes viñedos y parajes naturales propicios para la reflexión y la desconexión. Caldas de Reis será la recompensa al esfuerzo, con sus aguas termales reparadoras que nos harán olvidar el esfuerzo y encarar la penúltima etapa con energía extra.
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Pontevedra es el punto de inicio
de esta cuarta etapa del Camino Portugués. Comenzaremos
nuestro recorrido en el Albergue Público, situado a las afueras de la ciudad,
muy próximo a la estación de tren. El recorrido es bastante sencillo y se
encuentra bien indicado a través de las famosas flechas amarillas. En la
avenida de Eduardo Pondal tomamos la calle Gorgullón y seguimos de frente para
recorrer Virxe do Camiño. Al final de esta larga calle giramos a la izquierda
por la rúa Sagasta para luego girar a la derecha por la rúa da Peregrina, calle
peatonal que nos dejará frente a la
Iglesia de la Peregrina. Podéis aprovechar para entrar y estampar el sello
correspondiente en vuestra Credencial. A pocos metros se encuentra también la
oficina de Correos, donde además de la Credencial podéis matasellar vuestra
Tarjeta del Camino Portugués con un sello especial de la Ruta Jacobea.
Desde la Peregrina dirigimos
nuestros pasos a la Praza da Ferrería, uno de los puntos neurálgicos de la
ciudad y en la que podemos apreciar el convento de San Francisco (s. XIV).
Siguiendo los soportales vamos girando a la derecha hasta la Praza de Curros
Enríquez para continuar rectos por la Rúa Real. Aquí encontraremos dos flechas
amarillas: una que te da la opción de coger la Rúa da Ponte y otra que te
dirige directamente al río. Cualquiera de las dos opciones es válida, ya que
desembocan en la Ponte do Burgo,
puente de origen romano que originalmente contaba con 15 arcos y dos estribos
de 30 metros.
Tras cruzar el río Lérez decimos
adiós a Pontevedra, dirigiendo nuestros pasos por la Avenida da Coruña, en la
que nos reencontramos con las fechas amarillas. En esta calle, el peregrino
podrá descubrir una de las leyendas jacobeas vinculadas a la ciudad del Lérez:
en la fachada de una casa construida con granito rosa de Porriño una placa nos
muestra el “lugar donde, según la tradición, fue atendido el Apóstol Santiago y
se le ofrecieron los primeros frutos del año”.
Siguiendo siempre en línea recta nos vamos alejando de Pontevedra hasta
llegar al barrio de A Gándara y el espacio natural Xunqueira de Alba, un
humedal de 80 hectáreas que alberga un total de 123 especies de aves y cientos
de especies vegetales. La comunión con la naturaleza es total en este tramo
arbolado que nos lleva hasta la parroquia de Santa María de Alba en el que
encontramos un pequeño merendero a la sombra. Este camino discurre paralelo a
las vías del tren.
El itinerario nos lleve frente a
la iglesia Santa María de Alba, construida en 1595 sobre los restos de un
santuario consagrado por el obispo Xelmírez. Seguimos por una senda arbolada
que nos lleva hasta San Caetano de Alba, donde nos encontramos una capilla del
siglo XVIII. A pocos metros tomamos un desvío a la derecha por un camino
asfaltado que desemboca en un bosque. Unos dos kilómetros después tendremos que
cruzar las vías del tren por un paso a nivel para luego volver al bosque hasta
llegar a San Amaro, donde además de una pequeña capilla encontramos dos bares
en los que podemos hacer la primera parada del día.
Empezamos ya un ligero descenso por
un camino de asfalto hasta llegar al lugar de A Portela, en el ayuntamiento de
Barro. Aquí tenemos un desvío que nos lleva a la iglesia de San Mamede y al
Albergue de Peregrinos, situado a 200 metros. Además, nos encontramos con el
área de descanso de San Amaro, con un lavadero, una fuente y un merendero que
también se presenta como un buen lugar para hacer una parada.
Nuestra ruta confluye ahora con varias carreteras. Primero salimos
a la EP-0506 que recorremos apenas unos 30 metros para lugar tomar una pista a
mano derecha. Tres kilómetros después cruzamos la EP-9407 y seguimos por una
pista de asfalto hasta situarnos en paralelo a la nacional N-550. Caminamos por
el arcén para salvar el río Agra. Una vez pasado, nos desviamos a la izquierda
por un camino de tierra que más adelante nos llevará otra vez a la nacional
hasta llegar a Briallos. Si se dispone de tiempo y ganas, a apenas 400 metros
se encuentran las Cascadas del Barosa
pertenecientes al Parque de Natureza Río Barosa. Ahí el peregrino puede admirar
un paraje natural de extraordinaria belleza, con un hermoso salto en el que el
río Barosa salva unos 60 metros en muy poca distancia, y una serie de catorce
molinos de agua dispuestos a lo largo de las cascadas.
En Briallos encontramos un
albergue de peregrinos, para el que hay que desviarse del Camino unos 400
metros. Cinco kilómetros nos separan ya
de Caldas, a la que llegaremos tras atravesar una zona repleta de viñedos de
uva albariña. Este último tramo lo caminaremos prácticamente sin sombra,
por pistas que discurren entre la N-550 y el río Chaín. La última zona en la
que podemos descansar será en la aldea de Tivo, en el que encontramos un
bar-restaurante y un par de fuentes que nos ayudarán a encaminar los últimos
metros.
Unos veinte minutos después entraremos en Caldas de Reis junto a la
iglesia de Santa María, templo de estilo románico del que se conserva el
ábside semicircular del siglo XII. La iglesia fue construida sobre una
edificación primitiva destruida por Almanzor, alrededor del año mil, según se
recoge en las crónicas árabes. Cruzamos el puente sobre el río Umia y giramos a
la izquierda por la rúa Laureano Salgado para visitar la fuente de las Burgas,
que ofrece agua termal (fría y caliente) desde el siglo XIX. Por la rúa Real
atravesamos Caldas y llegamos hasta el histórico
puente medieval que salva el río Bermaña. El Albergue Público de Peregrinos
se encuentra justo al lado.
Caldas de Reis es una villa
termal, cuya tradición viene ya de la época romana. Además de la fuente das
Burgas, en el río Bermaña encontramos el área termal da Tafona, un antiguo
lavadero de agua termal donde se pueden meter los pies. Además, Caldas cuenta
con históricos balnearios como el Balneario Hotel Davila, en el que se puede
dar un baño de 17:30 a 20:00 horas siempre con cita previa, y el Balneario
Acuña, junto en frente de la Casa do Concello. En el Acuña tienen piscina
exterior a la que se puede acudir sin cita y una interior con reserva previa.
En Caldas el peregrino podrá encontrar todos los servicios necesarios: bares,
restaurantes y supermercados y hacer un descanso reparador con el que volver al
Camino.
Consejos del Cartero
Qué ver y hacer en Caldas de Reis
“Caldas de Reis es la cuna de Alfonso VII, primer Emperador de Castilla, hijo en segundas nupcias de Doña Urraca, cuya casa se encontraba en el Campo de la Torre.
La Torre fue derrumbada a finales del S. XIX para construir la iglesia de Santo Tomás pero todavía se puede ver alguno de los ventanales, muy bien aprovechados, en la parte exterior del ambulatorio”.
¿Qué ver y hacer en la Variante Espiritual?
“En los ayuntamientos de Meis y Ribadumia, muchos peregrinos deciden realizar la Ruta da Pedra e da Auga, paseo que discurre entre arroyos y casi 50 molinos de agua restaurados aguas arriba hasta el monasterio cisterciense de Armenteira, donde hay un albergue. Hay señales a lo largo del recorrido para volver al Camino".