El peregrino dispone de dos opciones para realizar la etapa desde Triacastela, marcadas las dos a la salida del pueblo.
LEER MÁSLa más corta se toma en un desvío a la derecha y pasa por San Xil. Atraviesa pequeños pueblos de tradición jacobea, como A Balsa, Montán, Calvor y San Mamede do Camiño. Hay algunas cuestas pronunciadas durante la caminata.
La otra alternativa, con la trayectoria más larga, se toma saliendo de Triacastela a la izquierda y lleva rumbo a Samos, con su emblemático monasterio, erigido en el siglo VI, uno de los más importantes de Galicia. Además de ser albergue para peregrinos se puede visitar en horario de lunes a sábados de 10 a 12:30 y de 16:30 a 18:30. Domingos y festivos de 12:45 a 13:30 y de 16:30 a 18:30. En la visita se puede disfrutar viendo sus grandes y cuidados claustros, su biblioteca, la antigua botica y su Sacristía. Además, está lleno de historias y curiosidades. En uno de los claustros se puede ver una fuente con cuatro sirenas que muestran sus pechos, lo que fue motivo de muchas polémicas, y una zarza sin espinas, que se dice que procede de una en la que cayó San Benito y que escondió sus espinas para no hacerle daño. En las bóvedas, también se puede buscar una clave en el techo cuya inscripción dice: “Qué miras bobo”. Hay gente que entre los murales que decoran el claustro grande ve caras conocidas como la de Sofía Loren en el cuerpo de una monja o Sara Montiel como un ángel, podría ser porque el autor, un pintor coruñés, también realizaba carteles de cine.
Samos fue hospital de peregrinos y también un lugar para enterrar a los caminantes que fallecían en el Camino a Lugo. Los alrededores del monasterio, a la orilla del río, son un buen lugar para descansar un rato o tomar algo en algunos de los bares y restaurantes que ofrecen también las truchas que allí se pescan.
Durante los últimos 4 kilómetros las dos variantes se unen en el pueblo de A Guiada y entran juntas en Sarria, con las iglesias de Santa Mariña, la Capilla del Salvador y el convento mercedario de la Magdalena y la Torre de Sarria, también llamado Castillo de Batallón.
Consejos del Cartero
Qué ver y hacer en la etapa Triacastela - Sarria
“A pesar de que son más kilómetros y que el peregrino llega cansado porque el trayecto desde O Cebreiro es duro, yo recomiendo hacer este trayecto desviándose por Samos para poder visitar el monasterio benedictino. A las 19:30 los monjes suelen celebrar una misa cantada en latín a la que también se puede asistir.
En Sarria recomendaría visitar la Calle Mayor y probar las grandes tapas de los diferentes bares. Uno de los establecimientos hasta cuenta con el premio al “mejor cortador de pulpo”.