Cultura y tradiciones del Camino
La Cruz de Hierro (también llamada Cruz de Fierro o Cruz de Ferro) es uno de los lugares más simbólicos del Camino de Santiago. Emoción, magia y leyenda se dan la mano en el que se considera el punto más alto del Camino Francés por Navarra.
Levantada sobre un poste de madera de unos 5 metros de altura, la Cruz de Hierro cuenta a sus pies con el humilladero vivo más grande de España y de Europa. Todo peregrino que recorre esta Ruta deposita a sus pies una pequeña piedra, símbolo del peso que deja atrás, convirtiéndose en uno de los rituales jacobeos más especiales de todo el Camino de Santiago.
Hoy nos detenemos en este punto del monte Irago, zona de encuentro entre Castilla y León y Galicia, para conocer su origen, su leyenda y su historia.
De la cultura celta a la tradición jacobea
La Cruz de Fierro (en leonés), también llamada Cruz de Ferro (en gallego) o Cruz de Hierro (en castellano) es uno de los puntos más especiales para los peregrinos que recorren el Camino Francés.
Situada a 230 kilómetros de Santiago de Compostela, la Cruz de Fierro se alza a unos 1.500 metros, en la etapa que va de Foncebadón a Ponferrada. Su situación es altamente simbólica, al ser desde tiempos inmemoriales puerta de entrada al Bierzo y a Galicia.
La Cruz de Fierro está formada por un poste de madera de unos 5 metros de altura sobre el que se asienta una cruz de hierro, réplica de la original, que se puede visitar en el Museo de los Caminos de Astorga.
A sus pies, miles de piedras depositadas a lo largo de los años por los peregrinos han formado uno de los humilladeros más grandes y más simbólicos del Camino de Santiago.
Su origen es incierto. Algunas teorías señalan a los celtas, que recurrían a montones de piedras para señalar lugares estratégicos de los caminos. Otros apuestan por un origen romano, aludiendo a los hitos que marcaban la separación de dos circunscripciones territoriales o incluso a la existencia de un supuesto altar a Mercurio levantado en la zona.
Sí sabemos que su popularidad no llegaría hasta el siglo XI, con el paso de numerosos peregrinos llegados de toda Europa para visitar la tumba del Apóstol. La tradición cuenta que quien colocó la primera cruz fue el eremita Gaucelmo, responsable del albergue de Foncebadón y Manjarín. El objetivo no era otro que orientar a los peregrinos en su Camino a Santiago, especialmente durante el invierno, cuando las fuertes nevadas hacían desaparecer el Camino.
Un ritual simbólico en el Camino de Santiago
Tan incierto como el origen de su señalización es el del ritual de depositar una piedra al pie de la cruz. En las antiguas culturas era muy común la realización de ofrendas en espacios simbólicos de los caminos.
Es muy posible que estos rituales fuesen adoptados con el paso de los años por diferentes colectivos, entre ellos los peregrinos que se dirigían a Santiago. De hecho, los segadores gallegos que atravesaban estas tierras rumbo a Castilla se unieron a la tradición, dejando una piedra a su paso.
Hoy en día, son miles los peregrinos que depositan una piedra a los pies de la Cruz de Fierro. Muchos caminantes traen la piedra de su lugar de origen y otros la recogen a lo largo del Camino. El ritual, lleno de sentimiento y de emoción, consiste en incorporar la piedra al humilladero, bien de espaldas o de frente.
Para muchos peregrinos, este gesto implica dejar atrás sus pecados, sus problemas o sus males. Otros se desprenden de la piedra en agradecimiento por haber llegado hasta allí o piden ayuda para continuar sin problemas su Camino y llegar a Santiago.
Además de la cruz y el humilladero, desde los años 80 existe en este lugar una capilla dedicada a Santiago Apóstol y una fuente para que los peregrinos puedan descansar tras la subida y tomarse un respiro. Además, el Centro Gallego de Ponferrada celebra el 25 de julio una romería en el lugar que congrega a cientos de fieles en honor a Santiago.
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