Extranjeros en el Camino
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Miles de personas recorren cada año el Camino de Santiago procedentes de todos los puntos del planeta. Reino Unido es uno de los países con más presencia en las diferentes Rutas Jacobeas: solo en 2017 fue el octavo país en número de peregrinos que finalizaron su Camino en Santiago. Buena parte de este éxito se debe a la Confraternity of Saint James, la Asociación de Amigos del Camino fundada en Londres y que desde 1983 apoya a los peregrinos antes, después y durante su Camino.
Aprovechando nuestra estancia en la feria WTM London visitamos la sede de la Confraternity of Saint James y hemos charlado con su General Manager, Freddy Bowen, sobre la evolución de la asociación, sus retos y la huella que el Camino de Santiago ha dejado en Reino Unido a lo largo de su historia.
Miembros fundadores de The Confraternity of Saint James
Más de 1.500 miembros en todo el mundo
The Confraternity of Saint James fue creada en 1983 por seis personas que compartían una pasión por la peregrinación a Santiago. Su amor por el Camino los llevó a organizar un sinfín de conferencias y realizar numerosas investigaciones, artículos y guías sobre las Rutas Jacobeas, convirtiendo su pequeña asociación en una de las más grandes del país. Treinta y cinco años después, Freddy Bowen reconoce que la evolución ha sido espectacular: “Ahora somos una empresa registrada y una organización benéfica con alrededor de 1.500 miembros. Contamos dos albergues de peregrinos en el Camino, tenemos un sitio web enciclopédico y disponemos de una biblioteca muy completa dedicada a la peregrinación y al Apóstol”.
Además, en estos últimos años, desde la Confraternity of Saint James se ha visto cómo el Camino se ha hecho más conocido internacionalmente, con más personas que buscan información, consejos y orientación de organizaciones como esta. “Trabajamos en colaboración con otras asociaciones, con académicos y con nuestros propios miembros con el fin de continuar con nuestro mandato original: promover el Camino y apoyar a todos los peregrinos en su camino a Santiago”, apunta Freddy.
Para conseguir este doble objetivo, desde la Confraternity of Saint James organizan a lo largo del año diversas actividades y eventos, tanto para peregrinos que se van a hacer el Camino como para los que ya lo han vivido y quieren contar sus vivencias. Además, los voluntarios escriben guías de bajo coste sobre las diversas Rutas a Santiago para ayudar a los peregrinos a organizarse su viaje. “Las actualizamos tan a menudo como podemos y las distribuimos entre las personas que nos consultan”, explica Freddy. Conferencias, exposiciones y encuentros para tomar algo y compartir experiencias completan el catálogo de iniciativas que se lleva a cabo desde esta organización.
Albergue de The Confraternity of Saint James en Rabanal del Camino
Albergues en Rabanal del Camino y Miraz
“Queremos poder ayudar a los peregrinos antes, después y durante el Camino”. Con esta filosofía, la Confraternity of Saint James no se ha limitado a dar su apoyo en planificación de una Ruta, sino que brinda atención de primera mano, dando la bienvenida y proporcionando hospitalidad sobre el terreno. Y lo hace directamente en los dos albergues que tiene en el Camino: uno en Rabanal del Camino, en el Camino Francés. Y otro en Miraz, en el Camino del Norte. Ambos albergues están atendidos por miembros voluntarios que se entrenan a lo largo del año como hospitaleros y que permanecen en España dos semanas entre los meses de marzo y noviembre.
Con Freddy Bowen también tuvimos oportunidad de conocer qué cosas son las que más preocupan al peregrino británico. “Las personas que acuden a nosotros generalmente buscan tranquilidad y confianza”, apunta Freddy. Y es que ante un viaje largo, sin asistencia, a menudo solo y donde el idioma es diferente, a lo que más teme el peregrino británico es el no sentirse seguro o no encontrar lo que estaba buscando. Sin embargo, el responsable de la Confraternity of Saint James nos asegura que una vez que están recorriendo el Camino, los problemas y las preocupaciones desaparecen. De hecho, la mayor pena es llegar a Santiago y finalizar la aventura. Por eso, desde la organización tratan cada vez más de ofrecer diversos eventos y oportunidades de voluntariado para ayudar a sus miembros a mantener vivo el espíritu del Camino en su día a día.
Hospitalera en el albergue de Miraz gestionado por la Confraternity of Saint James
La ayuda en el Camino: momento mágico de la peregrinación
Las cosas positivas son, por el contrario, numerosas. “Los británicos amamos el clima español, el paisaje, la comida y la gente”, asegura Freddy Bowen. Con esto ya ganado, una de las mejores cosas para el peregrino británico es el sentimiento de comunidad y apoyo que viene de la gente local y de otros peregrinos en el Camino. “Las cosas pueden salir mal pero los momentos más mágicos de peregrinación son cuando un completo desconocido te ayuda. Creo que esto es lo que los peregrinos británicos encuentran más maravillo”, apunta Bowen.
No hemos querido irnos de Londres sin conocer los retos de futuro a los que se enfrentará la Confraternity of Saint James en los próximos años. Y su responsable lo tiene claro: “La naturaleza del Camino está cambiando: con la disponibilidad cada vez mayor de paquetes turísticos, servicios de transporte de equipaje y tecnología que no solía ser una opción, siempre debemos revisar nuestro propio servicio para reflejar el paisaje en evolución de la peregrinación. Pero a través de los cambios continuaremos con nuestro cometido de brindar apoyo, asesoramiento y hospitalidad a los peregrinos con nuestras guías de bajo coste, eventos de preparación y reflexión y albergues administrados tradicionalmente”.
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