Extranjeros en el Camino
La ITB, considerada la feria de turismo más importante del mundo, abre hoy sus puertas en Berlín. Hasta el próximo domingo, 11 de marzo, Correos participará en este evento de referencia promocionando el Camino de Santiago y los servicios que la empresa postal ofrece a los peregrinos.
Además de las actividades dirigidas a profesionales del turismo y a instituciones provenientes de más de 180 países distintos, por la feria ITB de Berlín está previsto que pasen más de 160.000 personas, dando lugar a una cifra de negocio de 7 billones de euros.
Aprovechando nuestra estancia allí, hoy en nuestro blog analizamos la importancia de la Ruta Jacobea en el país germano y hablamos con Beate Steger, una peregrina que ya tiene a Santiago de Compostela en el corazón.
Alemania es un país clave para el Camino de Santiago. Tras Italia es el segundo lugar de origen de los peregrinos extranjeros que realizan las distintas Rutas Jacobeas. En 2017, el 14% de los peregrinos foráneos que recogieron su acreditación en Santiago de Compostela provenían de Alemania, alcanzando así la cifra de 23.227 personas.
Y es que la tradición de la peregrinación a Santiago desde Alemania es tan antigua como el propio Camino. Ya en el siglo IX encontramos documentación del culto al Apóstol, el comienzo de las peregrinaciones y la presencia de alojamientos para peregrinos. Entre los más célebres está el Kompostellhof en Frankfurt, inicialmente sede de la orden de caballería alemana, que aparece en numerosas publicaciones y documentos como la obra Poesía y verdad de Goethe.
50 Rutas Jacobeas parten de Alemania
A día de hoy, más de 50 rutas jacobeas parten de Alemania hacia la tumba del Apóstol en Santiago de Compostela. Algunas aparecen en relatos de peregrinos insignes como el del moje Herman Künig von Vach (1499) o los del caballero Arnold von Harff de Colonia (1499).
La huella jacobea está presente también a través de las diferentes Asociaciones de Amigos del Camino, siendo la más importante la Deutsche St. Jakobus Gesellschaft, fundada en 1987 ante la presencia de numerosos mandatarios europeos, entre ellos el Comisario Superior de Conservación de Monumentos del Consejo de Europa, José María Ballester, y el alcalde de Santiago de Compostela.
El Camino de Santiago también se ha ido modernizando en Alemania, adoptando nuevos referentes que lo han hecho popular entre las nuevas generaciones. Si en EEUU, la película The Way ayudó a popularizar la ruta, en Alemania un best-seller –y su posterior adaptación cinematográfica- puso al Camino de Santiago en el punto de mira.
Fotograma de la película Ich bin dann mal weg
Se trata de Bueno, me largo (Ich bin dann mal weg), libro vivencial escrito por uno de los cómicos más famosos de Alemania: Hape Kerkeling. Más de cinco millones de germanos han leído este libro en el que Kerkeling propone “un viaje fuera de lo tradicional y que llena de felicidad”.
Y su aventura convenció a miles de alemanes a seguir su ejemplo. Además, el relato de lo que le sucedió en los 800 kilómetros que separan Saint Jean Pied de Port de Compostela fue llevado en 2016 a la gran pantalla por la directora de cine Julia von Heinz, convirtiéndose inmediatamente en un taquillazo.
Beate Steger, peregrina veterana
Nada de esto fue lo que llevó a Beate Steger a lanzarse al Camino. Autora de la página web www.pilgerwissen.de, en el que no solo cuenta su experiencia como peregrina, sino que da importantes consejos de como hacer la Ruta, Beate lleva ya varios Caminos a sus espaldas. A Beate la conocimos recorriendo el Camino a Fisterra en 2017, ya que se animó a probar el Paq Mochila de Correos para disfrutar de su experiencia al completo. “Es un servicio fantástico, que ayuda a muchos peregrinos a hacer una Ruta que sin él les resultaría imposible”, asegura.
Beate no recuerda muy bien donde escuchó hablar del Camino ni qué la llevó a recorrerlo. Pero en 2001 se lanzó con una amiga a participar en un tour en bicicleta por todo el mundo, pedaleando a través de ocho países desde el 1 de abril de 2001 hasta marzo de 2002. “Nuestro plan era pedalear por los lugares más hermosos, interesantes y seguros. Y un día aparecimos en Pamplona con nuestras bicicletas y empezamos el Camino”, asegura.
Esa primera experiencia en la Ruta fue inolvidable para Beate, quien regresó a su país con una decisión firme: volver a hacer el Camino pero a pie. “Mientras pedaleábamos sentía envidia de todos los peregrinos que iban a pie. Yo quería hacer eso porque tenía la sensación de que iba demasiado rápido. Que se me escapaba la atmósfera y el sentido real del Camino”, nos cuenta.
A pesar de su fuerte deseo, Beate tardaría mucho en decidirse a volver. Será en el 2017 por su 40 cumpleaños: “Caminé desde Saint Jean Pied de Port a Santiago y llegué exactamente el día de mi cumpleaños a Finisterre”, asegura. La experiencia fue más enriquecedora que la primera vez. El propio acto de caminar, la estupenda red de albergues y de acogida, la relación con otros peregrinos… Solo la meteorología al atravesar los Pirineos la hizo flaquear. Eso y un cálculo renal que la obligó a ir directamente al Centro Hospitalario Universitario de Santiago en lugar de asistir a la tradicional misa del Peregrino.
Pero ese mal final no le impidió a Beate convertirse en una verdadera enamorada del Camino. Y en 2016 volvió a Galicia para recorrer el Camino Portugués y en 2017 el de Fisterra, volviendo a celebrar su aniversario en el Fin del Mundo. Este año repetirá experiencia, esta vez por el Camino Inglés. Y volverá a contratar el Paq Mochila de Correos para seguir disfrutando de la aventura.
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