“Si realmente entras en el Camino y no sólo lo pisas, la paz forma parte de tu día a día

Dulcina Gómez Araujo, Directora del Evento La voz del Camino y de  la Asociación Bioturmalina y Noelia Ramos, cofundadora y alma del blog Woman to Santiago nos explican las claves para conseguir un ambiente de paz en el Camino y que este espíritu no se quede ahí, sino que seamos capaces de trasladarlo a nuestra vida cotidiana, uno de los grandes retos que todo peregrino debe afrontar al llegar al final de su Camino de Santiago.

Experiencia de paz en el Camino

La experiencia de Dulcina Gómez en el Camino está completamente ligada a la búsqueda de la paz. Con el evento La voz del Camino, recorrieron la Vía de la Plata, durante 4 días realizando cantos y meditaciones. Ella la define como “una verdadera experiencia de viaje interior a través del sonido un espacio de encuentro y de diálogo para la paz,  un espacio de profunda conexión con la naturaleza y el corazón, de auto-conocimiento, de desarrollo personal y de crecimiento espiritual”. Con este Camino aprendieron a “vivir más en paz con nosotros mismos” pero también trataron de hacerlo visible hacia fuera, tratando de dar “un paso hacia la unión de la humanidad”, según nos cuenta Dulcina.

Por su parte, Noelia Ramos nos aporta una experiencia un poco más habitual en el día a día de los peregrinos. Su experiencia en el Camino no nace alrededor de la búsqueda de la paz, pero la encontró “aceptando lo que el Camino te ofrece” como nos cuenta. Para ella la paz es “una conjunción de factores muy sencillos. Por un lado, entrar en el Camino olvidándote del destino, centrándote en el recorrido, en los detalles y en el momento. Por otro, la sensación de ligereza y por último, pero no menos importante, tener tiempo de calidad para ti”.

Ambiente de Paz en el Camino

Cada peregrina puede tener su propio concepto de paz, así como también tendrá su modo de llegar a ella. En este sentido, Noelia nos dice que hay tantos tipos de paz “como peregrinos que hicieron el camino en su día y la encontraron”. Dulcina Gómez nos dice que “la paz se transforma  en un extraordinario encuentro humano” y la divide en “memoria, reconciliación, guía y camino hacia nuestro ser  más profundo”.

Noelia Ramos: “La paz te hace mirar más arriba que el polvo del suelo. Simplemente levantas la vista y sonríes”

Noelia Ramos resalta la necesidad de adentrarse de verdad en el Camino de Santiago: “Si realmente entras en el Camino y no sólo lo pisas, la paz forma parte de tu día a día sin haberla buscado”. También destaca el efecto que puede tener en nosotros: “Esa paz te hace mirar más arriba que el polvo del suelo. Simplemente levantas la vista y sonríes, provocando un cambio en tu actitud muy contagioso que ya no te abandonará durante todo el Camino”.

Dulcina Gómez relaciona la paz con el sentimiento de unión: “En nuestro Camino por la Paz los participantes venían con un propósito común: la paz. Cada uno, a su manera, lo mantuvo y eso facilitó la unión del grupo” y, además, nos destaca la importancia que tiene de cara a ser personas felices. Este encuentro les ofreció conocimientos prácticos para que lograsen “abrazar la felicidad” y la integrasen en sus vidas, “convirtiéndola en una actitud vital”.

Contagiar la paz a la vida fuera del Camino

Esta actitud vital, de la que nos habla Dulcina, es para Noelia Ramos “una de las lecciones pendientes más importantes del Camino de Santiago”. Noelia nos cuenta que después de hacer el Camino mantenemos “una inercia que te puede contagiar de por vida” y deja en nuestras manos mantenerla o no: “Es decisión vital tuya extender esa paz adquirida al resto de los ámbitos de tu vida diaria. Ahora al menos no te falta la experiencia de haberla disfrutado, y sobre todo de saber lo que puedes estar perdiéndote”.

Dulcina Gómez: “El Camino de Santiago puede ser una herramienta muy poderosa para sentir la paz”

Para acabar, Dulcina Gómez nos deja una frase que nos hace plantearnos nuestro modo de enfocar la búsqueda de la paz: “No podemos, ni debemos luchar por la Paz”. Citando a Gandhi, nos dice que ‘No hay camino para la paz, la paz es el camino’ y aprovecha para aconsejar: “En nuestra vida cotidiana podemos  liberar la ansiedad y el estrés, encontrar  claves  para liberarnos de las limitaciones, cambiar nuestras creencias y comprender nuestro lenguaje interior”, algo que “sin duda nos llevará a la Paz Interior para restablecer la armonía y para reconectar con la fe que nutre la búsqueda interior”.

Dos testimonios, los de Noelia Ramos y Dulcina Gómez, que seguro nos harán plantearnos nuestro día a día y que reavivarán esa llama que el Camino de Santiago enciende en todo peregrino y que, a veces, la rutina puede volver a enfriar.

Un broche magnífico para nuestro mes de marzo, que dedicamos a la paz en el Camino y que compartimos con todos vosotros.

¡¡Buen Camino, peregrin@s!!