Xacobeo 2021-2022
La Puerta Santa de la Catedral de Santiago es un símbolo del Año Santo y del propio Camino de Santiago.
Entrar en la Catedral de Santiago por primera vez, luego de recorrer un largo trayecto, siempre resulta algo especial para todos los peregrinos. Pero si hay algo que puede hacerlo aún más especial es el hecho de poder hacerlo atravesando la Puerta Santa.
Una puerta que solo se abre bajo situaciones excepcionales. Hoy te contamos qué es la Puerta Santa, su origen y significado.
¿Qué es una Puerta Santa?
Si no estás muy metido en el tema puede que esta sea la primera pregunta que se te haya venido a la cabeza. Es lógico, ya que no se suele hablar de la Puerta Santa en otro momento que no sea cuando está abierta. Y esto en Santiago de Compostela solo sucede, como mínimo, cada 5 años.
Una Puerta Santa es, básicamente, la puerta de un templo católico que concede a quien la atraviese la indulgencia plenaria, es decir, la absolución de todos sus pecados.
La Puerta Santa está sellada desde el interior para que no pueda abrirse desde fuera. Algo que solo se da en los años del Jubileo, cuando los peregrinos entran por sus puertas y se liberan de todo mal.
Para alcanzar esta indulgencia no basta simplemente con el acto físico de atravesar una puerta. Es necesario que quien lo haga también se confiese, comulgue, rece el Credo y que rece por el Papa y por sus intenciones.
Una vez hecho esto, la persona es perdonada por todos sus pecados, por lo que podría entrar al cielo sin tener que pasar antes por el purgatorio.
La de la Catedral de Santiago es la más conocida entre los peregrinos que realizan alguna de las Rutas Jacobeas. Pero esta no es única en el mundo. Ni siquiera en España, donde también tenemos la del monasterio de Santo Toribio de Liébana.
Otras Puertas Santas son las de las basílicas papales de Roma (San Pedro, San Juan de Letrán, San Pablo Extramuros y Santa María la Mayor), la de la basílica de Ars (Francia), la catedral de Notre-Dame de Quebec (Canadá) y la Catedral de Bangui, en la República Centroafricana.
Llegados a este punto, seguramente te quedaste con eso de que la Puerta Santa abre cada cinco años como mínimo. Nos referimos, claro está, a la Puerta Santa de la Catedral de Santiago y tiene una explicación.
La Puerta Santa abre solo durante los Años Santos Compostelanos, que son aquellos años en los que la festividad del Apóstol Santiago (25 de julio) cae en domingo.
Esto sucede cada cinco, seis u once años, excepto en casos excepcionales (cuando el último año de un siglo no es bisiesto, pueden darse cada siete o doce años).
El año que viene, el 25 de julio cae en domingo, por lo que celebraremos el Xacobeo 2021, un nuevo Año Santo y, por lo tanto, una nueva oportunidad para cruzar la Puerta Santa.
Origen de la Puerta Santa de Santiago
El primer Año Santo Compostelano, también llamado Año Santo Jubilar Compostelano o Año Santo Jacobeo, fue instaurado por el Papa Calixto II allá por año 1122. Año en el que, casualmente, se colocó la última piedra de la Catedral de Santiago).
El primer Año Santo que se celebró tuvo lugar en 1126, convirtiendo a Santiago de Compostela en la segunda ciudad jubilar del mundo, solo por detrás de Roma.
Posteriormente, ya en 1178, fue el Papa Alejandro III quien declaró que el privilegio otorgado en su día por el Papa Calixto II pasaría a tener un carácter perpetuo. Esto dio un impulso muy fuerte al auge de las peregrinaciones de toda Europa a través del Camino de Santiago.
Vale la pena aclarar que en ese entonces no existía aún la Puerta Santa que conocemos hoy. Esta fue construida en algún momento de la primera mitad del siglo XVI.
Ubicada en la plaza de A Quintana, este símbolo por excelencia de los Años Santos comunica casi de inmediato al peregrino que la atraviesa con el altar mayor. Ahí podemos encontrar el sepulcro del Apóstol Santiago y, sobre esta cripta, la figura medieval a la que se suele dar el abrazo al apóstol.
El hecho de que la puerta se haya construido casi 400 años después de que la iglesia otorgara a Santiago el privilegio de contar con un Año Santo, indica que no es necesario atravesarla para alcanzar la indulgencia plenaria.
Aunque hacerlo se ha convertido en un rito que simboliza para los peregrinos la culminación física, emocional y espiritual del camino que han recorrido para llegar hasta allí.
La apertura de la Puerta Santa
Abrir una Puerta Santa no es cosa de todos los días. Para hacerlo, el arzobispo compostelano realiza un antiguo ritual que es presenciado por cientos de fieles, peregrinos y miembros de la iglesia.
Este ritual consiste en golpear con un martillo de plata tres veces sobre un muro de lajas que tapian la puerta y que se colocan el día anterior para este fin.
Una vez que el muro cae, el arzobispo limpia el perímetro de la puerta con agua bendita y ramas de olivo. Luego, será él mismo quien atraviese primero la Puerta Santa.
Este ritual se lleva a cabo cada 31 de diciembre del año anterior al Año Santo, con lo que tendrá lugar el último día de este 2020.
El cierre de la Puerta Santa
El cierre de la Puerta Santa se realiza el 31 de diciembre del Año Jubilar.
El cierre de la Puerta Santa compostelana se realiza con un ritual muy similar al de la apertura.
Nuevamente es el arzobispo compostelano quien se encarga del cierre de la misma: inciensa y bendice las nuevas piedras, y luego de colocar una de ellas sobre el liminar se da fin al Jubileo.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a conocer y comprender mejor todo lo relacionado a la Puerta Santa. Y recuerda que ya no queda nada para vivir este momento único.
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