Compañeros del Camino
Una mochila llena de luz y esperanza recorre el Camino Francés desde Roncesvalles con un doble objetivo: darle vida al Camino de Santiago y homenajear a las víctimas de la Covid-19. Sus porteadores: decenas de peregrinos y hospitaleros que se han sumado a esta iniciativa que concluirá el próximo 24 de julio en Santiago de Compostela.
Jesús Ciordia y Mariló Pérez, dos peregrinos veteranos con muchos kilómetros en sus piernas y decenas de mochilas a su espalda, son los promotores de este proyecto al que han bautizado como La Luz del Camino.
Se trata de una peregrinación muy especial donde la protagonista es una mochila llena de luz y esperanza. Roncesvalles fue el punto de partida y su destino es la plaza del Obradoiro. Peregrinos y hospitaleros son los encargados de ir dándose el relevo en distintos puntos del Camino Francés.
“La iniciativa surgió en pleno confinamiento. Veíamos como el Camino de Santiago, al que tantas veces acudimos a lo largo de nuestra vida, estaba vacío. Y cómo íbamos perdiendo gente querida por este virus. Así que Jesús decidió que había que darle luz al Camino. Y como aún no se podía salir de casa más que una hora al día, a Jesús se le ocurrió que nosotros no, pero que una mochila sí podría atravesar provincias y comunidades y peregrinar de Roncesvalles a Santiago gracias a los peregrinos que viven a pie del Camino”, explica Mariló Pérez.
¿El objetivo? Darle un poco de luz y de vida al Camino de Santiago, que en los últimos meses ha estado tan triste y tan solo. Y, sobre todo, rendirles un sentido homenaje a todas las víctimas de esta pandemia.
Más de cien peregrinos, hospitaleros y amantes del Camino de Santiago se han sumado ya a esta iniciativa. Y Mariló y Jesús no dudan que cuando llegue a Santiago serán muchos más.
Una mochila con las almas de los peregrinos
Como símbolo de esta peregrinación, la mochila no peregrina vacía. En su parte externa lleva dos vieiras. Una, vieira veterana. “Queríamos que hubiese caminado ya y una amiga peregrina nos ofreció la suya. La llevó durante 7 años y en su interior están escritos todos sus Caminos”.
La segunda es una vieira nueva, creada por Ramón Villanova para la ocasión. Lleva escrito el nombre de la iniciativa ‘La luz del Camino’ junto a la fecha amarilla.
La mochila lleva también la foto de Boli, “el gran caminante”, una piedra con una fecha amarilla y una cinta con la Virgen del Pilar. Cada vez que pasa por una mano, suma cosas que quieren aportar los peregrinos que la portean.
En su interior, la mochila lleva el símbolo de la amistad del Camino de Santiago: las manitas de Mocho, para que cada uno de los peregrinos se quede con la suya. Otra peregrina hizo unas pulseras y en Burgos se incorporaron unos llaveros de madera.
Para respetar todas las medidas de higiene necesarias en estos tiempos de Covid-19, la mochila incorpora también pulverizadores desinfectantes, para que pueda rociarse la mochila en cada cambio, y geles hidroalcohólicos.
Pero lo más importante de esta mochila es la luz que lleva en su interior y que desde Roncesvalles a Santiago viajará encendida. “Su luz representa todo lo que significa este Camino”, asegura Mariló. Es el alma de todos los peregrinos que aman y sienten el Camino de Santiago y de todos los voluntarios que hacen posible esta peregrinación especial.
Hay una última cosa que lleva esta mochila: un saquito de intenciones que partió vacío y en el que cada peregrino escribe su deseo. El día 24 de julio se leerán en la plaza del Obradoiro como punto final de esta peregrinación.
Peregrinación a relevos de Roncesvalles a Santiago
La mochila partió de Roncesvalles y llegará el próximo 24 de julio a Santiago. Por el Camino Francés, decenas de peregrinos y hospitaleros se dan el relevo a través de las algo más de 30 etapas que forman la Ruta Jacobea.
Esta peregrinación tan especial está llena de momentos únicos. Algunos de los más mágicos es cuando se realiza la bendición de la mochila, que ya se ha hecho en Roncesvalles, Estella y la Catedral de Burgos. También está previsto que suceda en León y en Santa María A Real de O Cebreiro.
Especial fue también el recibimiento en Arre, donde caballeros de la orden del Temple, guardianes del Camino de Santiago, custodiaron la entrada de la mochila en el pueblo.
Y la llegada a Santiago será igual de emotiva. Recibirá las bendiciones en la Misa del Peregrino y los participantes serán recibidos en la Oficina del Peregrino donde recibirán una Compostela in memoriam por todas las víctimas de la Covid-19. Para finalizar, en la Plaza del Obradoiro se leerán todos los deseos que los peregrinos hayan ido guardando en la mochila a lo largo de su peregrinaje.
Compostela no será el destino final de la mochila. El 25 de julio, la Luz del Camino partirá hacia Corrubedo, en la ría de Arousa, recordando las aguas por las que llegó el cuerpo del Apóstol. Será una Ruta de 5 etapas en la que vecinos y peregrinos también se están volcando.
“Nunca pensé que aquella idea de Jesús se iba a convertir en esto tan maravilloso. Conseguimos darle luz al Camino y hacer algo en homenaje a las víctimas de la Covid-19”, resume Mariló.
Para ella, lo más especial de estos días ha sido el entusiasmo de los peregrinos que, según cuenta, han ido dejado toda su energía en esa mochila. “Dicen que sienten algo especial cuando la llevan puesta. Y, además, está la ilusión de volver al Camino de Santiago. La mochila tiene una energía extraordinaria”.
El próximo 24 de julio acudiremos a la plaza del Obradoiro a recibirlos con los brazos abiertos. Hasta entonces, ¡Buen Camino!
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