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Juan Carlos Pérez: “La experiencia de la peregrinación nunca la vas a vivir en cinco días”

Compañeros del Camino

Juan Carlos Pérez: “La experiencia de la peregrinación nunca la vas a vivir en cinco días”

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14-11-2019

La hospitalidad, la acogida y la ayuda. Los tres son valores que hacen del Camino de Santiago una experiencia única. Y los tres son valores que reivindica la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago (FICS), una unión de amantes del Camino que busca proporcionar refugio y acogida a los millones de peregrinos que realizan alguna de las Rutas Jacobeas.

Una acogida que tiene su origen en la espiritualidad religiosa como expresión hospitalaria y heredada hoy en día por las distintas asociaciones del mundo jacobeo. Entre sus retos están defender el patrimonio del Camino y preservar los valores que le dan sentido.

Fraternidad Internacional del Camino de Santiago

Hoy hablamos con Juan Carlos Pérez, presidente de la Fraternidad desde el año 2017, sobre la evolución del Camino a través de los siglos, el sentido de la peregrinación hoy en día y los retos que tiene por delante la FICS. Entre ellos, denunciar las agresiones que sufren las Rutas Jacobeas y conseguir que la hospitalidad en el Camino sea reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

¿Cómo nació la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago?

La Fraternidad es fruto de la unión de un grupo de personas que llevaba muchos años trabajando en el Camino de Santiago, muchos de nosotros ya desde los 80, colaborando con pioneros como Elías Valiña. Y, sobre todo, con un concepto muy parecido del Camino y un objetivo muy claro: salvaguardar sus bases y sus conceptos. Llegó un momento en el que vimos que el fenómeno del Camino de Santiago se había universalizado pero a nivel organizativo, no. Y decidimos juntarnos y trabajar por la internacionalización del asociacionismo en torno al Camino de Santiago. Actualmente somos 90 socios de unos 12 países. Y la tendencia es ir en aumento.

Entre los objetivos de la Fraternidad está la denuncia de los atentados contra el patrimonio jacobeo. ¿Está muy maltratado el Camino de Santiago?

Continuamente. Los miembros de la Fraternidad dedicamos todos nuestros esfuerzos a la defensa del Camino y de los peregrinos. Eso que se dice tan sencillo, no lo es tanto. Hay que explicarle a la gente que llega al Camino que es necesario cuidar todo lo que le rodea. El Camino de Santiago hoy en día es un éxito pero ese éxito no es fruto de un día.

Todos nuestros políticos hablan de lo que significa ser catalogado como Patrimonio. Pero de lo que ninguno habla es de cómo se maltrata. El ejemplo es muy sencillo: el Camino de Santiago, siendo Patrimonio Mundial y Bien de Interés Cultural, tiene la misma protección que cualquier catedral. Y a nadie se le ocurre romper las vidrieras de una catedral para pasar una línea de alta tensión. Sin embargo, en el Camino vale todo. Y esta es una situación que se está acelerando.

Otro pilar fundamental es salvaguardar las esencias del Camino de Santiago.

Efectivamente. Ahora mismo vivimos una época en la que todo es rapidez. Cuantas más experiencias tengas, mejor, independientemente de profundizar en ellas o no. Desde la Fraternidad reivindicamos vivir la peregrinación auténtica.

Por ese motivo, uno de nuestros objetivos es trabajar para modificar el número de kilómetros que son necesarios para recibir la Compostela. Los 100 kilómetros actuales fueron una cifra simbólica que surgió en los 80 para favorecer, precisamente, lo que nosotros reclamamos: vivir la peregrinación. Pero llegó el momento de repensar la situación y ver si eso sigue sirviendo para los fines con los que se creó.

¿Qué requisitos propone la Fraternidad para conseguir la Compostela?

En 2016 pusimos sobre la mesa una alternativa a recorrer los 100 kilómetros actuales. Es la nuestra, no significa que es la que se tiene que imponer. Desde la Fraternidad hablamos de fijar en 300 los kilómetros necesarios para recibir la Compostela, pensando en la experiencia de la peregrinación. 300 kilómetros son dos semanas, unos quince días, que permite vivir la verdadera experiencia de la peregrinación. En cinco días no te da tiempo a vivir esa experiencia. Hace años sí porque eran muy pocos los peregrinos y te ibas relacionando con la gente. Pero ahora, no. Por eso hablamos de los 300 kilómetros, de 15 días. Y lo argumentamos desde un punto de vista histórico. Los 300 kilómetros son, más o menos, los recorridos por Alfonso II el Casto, el primer peregrino famoso sobre el que se tiene documentos de su peregrinación.

¿Qué puntos fuertes tiene el Camino de Santiago hoy en día?

Uno de los puntos fuertes indiscutibles es la acogida en los albergues. Da igual de qué tipo: de donativo, privado, con hospitaleros voluntarios… Hay muchos albergues que entienden lo que es la peregrinación y hacen que los peregrinos quieran volver y disfrutar de la experiencia. Permiten la interactuación de los peregrinos. Porque el Camino de Santiago no solo es caminar hacia una meta, que también. Es vivir cada uno de los días que te acerca a esa meta. Y eso solo es posible en albergues con hospitaleros voluntarios o que entienden cómo tratar a los peregrinos.

El momento en que los albergues sean solo un lugar de alojamiento tendremos un problema. Pero, de momento, existen muchos albergues de acogida en el Camino. Y la mayoría, por cierto, son los que permanecen abiertos en invierno.

¿Y contras?

El desequilibro al que lleva gestionar un producto de éxito y el temor a alcanzar una turistificación 100%. Todos contribuimos a ello. No solo en el Camino. De hecho, cuando viajamos a lugares masificados, como Barcelona o Venecia, contribuimos a crear un problema. Pero, a la vez, cuando estamos cerca de ese fenómeno y lo vivimos día a día, nos molesta. El objetivo ahora mismo es que el Camino de Santiago no llegue a molestar. Y eso se consigue cuando no se trata como un producto de consumo.

Hablábamos antes de la acogida y la hospitalidad tradicional del Camino. Y uno de sus objetivos es conseguir su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Nos parece algo fundamental y creemos que tiene las bases para que la acogida sea Patrimonio Mundial. En la Edad Media, el peregrino, por el simple hecho de serlo, estaba protegido por las leyes. A veces, un peregrino estaba mucho más protegido que un habitante de las ciudades por las que pasaba. Era una especie de Acuerdo Schengen pero hace cientos de años. Fuese francés, alemán, italiano… al llegar a España, el peregrino estaba protegido por su estatus. Y la base de todo eso es la hospitalidad que se daba en los albergues primigenios, en esos lugares que se creaban para acoger a los peregrinos.

Eso desde un punto de vista histórico. Pero si echamos la vista a la década de los 80 y los 90, está claro que los peregrinos dormían en este tipo de albergues en los que se practicaba una hospitalidad, que eran atendidos por voluntarios. Eso fue fundamental para que el boca a boca hiciese que los peregrinos viniesen. De hecho, la hospitalidad forma parte de la declaración del Camino como Patrimonio de la Humanidad.

Se trata de un reconocimiento a un factor fundamental, especialmente en los días que vivimos. Gente voluntaria que trabaja para que otro pueda llegar a una meta a cambio de nada. Si protegemos la acogida tradicional como Patrimonio Inmaterial, estamos protegiendo los lugares donde se realiza, que son los albergues. Y con esto conseguimos que el Camino de Santiago no pierda su esencia.

¿Cree que se mantienen los valores del Camino?

Si algo mantiene al Camino de Santiago es eso. Cuando te reúnes con gente de albergues, de asociaciones de todo el mundo. Y mantienen contacto. De lo que se habla es de eso. Lo que te llama la atención es que vengan de otros países a preguntar: ¿cómo ha surgido el Camino que yo quiero hacer algo parecido? ¿Cómo surge? Pues surge de esos valores y de la tradición. Fueron siglos haciendo eso. Y eso queda en la sociedad. Y vuelve y renace. Y ahora en estos momentos que vivimos, se amplifica.

Han pasado dos años desde que fue nombrado presidente de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago. ¿Qué balance hace de su mandato?

La Fraternidad, como su nombre indica, está formada por un grupo de personas que vivimos de la misma manera el Camino. No hay apenas discusiones sobre el fondo de lo que es el Camino y eso es muy importante para la junta directiva. En estos dos años hemos denunciado aquellas actuaciones que han ido contra el patrimonio y hemos propuesto proteger la hospitalidad del Camino como Patrimonio Mundial. Si conseguimos llamar la atención sobre que el Camino hay que cuidarlo y conseguimos la declaración de la hospitalidad como patrimonio mundial sería un mandato completo.


Comentarios
Clinete Lacativa
Animo y fuerza, Juan Carlos! Siempre en el Camino!
27-03-2020

Ángel peregrino
Muy bien compañeros ese es el espíritu y la esencia, desafortunadamente en el mundo actual global y con todos estos turistas low cost que llegan es difícil que entiendan esto de la hospitalidad es más ni siquiera los de aquí tampoco comprenden el camino y mucha gente lo ve todo al rededor del dinero. A estos les invito a que acojan a peregrinos también a los precios que lo hacemos el resto. Gracias y saludos
17-11-2019

David
Me gustaria formar parte de la Fraternidad, donde puedo pedir informes, soy de Mexico, hice el Camino desde Burgos hasta Santiago en 2014, saludos
17-11-2019

Susanne
????????????????
15-11-2019

Simon perez
Es una vergüenza q los albergues municipales o de la Xunta, no concedan ni mantas ni calefaccion. Cobrando 8€
14-11-2019

Luisa Martínez
Seguir adelante!! Luisa Martínez
14-11-2019

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