Guía del Camino de Santiago: qué ver y hacer en el Camino Francés

Roncesvalles, en Navarra, es uno de los principales puntos de inicio del Camino Francés. Si es el vuestro o pasáis por él, no dudéis en conocer la historia de la Colegiata de Santa María, antiguo albergue-hospital construido a finales del siglo XII y principios del XIII para atender a los peregrinos tras cruzar los Pirineos. Aquellos que prefiráis recorrer el Camino Francés por Aragón, nuestra compañera Silvia Peruga os recomienda hacer un alto en la estación ferroviaria internacional de Canfranc, una obra de ingeniería única que permitió conectar Francia y España a través de los Pirineos.

Iglesia templaria de Santa María de Eunate

Pamplona es otro de los puntos jacobeos más célebres. Además de visitar la Catedral, la plaza del Castillo, su ciudadela o el fuerte de San Cristóbal, Santi Bartolomé nos recomienda pasar por la calle Mercaderes, muy cerca de la archiconocida Estafeta, muy popular en los Sanfermines. Además de disfrutar de un magnífico ambiente de vinos, desde aquí se puede visitar la plaza de toros y el monumento al encierro, que quedan muy próximos.

Continuando nuestro Camino Francés llegaremos a la villa medieval de Puente la Reina, ejemplo de calle-pueblo creada por y para la Ruta Jacobea. Allí disfrutaréis de auténticos iconos del Camino como su puente románico del siglo XI, cruzado por millones de peregrinos a lo largo de la historia. Juan Carlos Ruiz, cartero de la localidad, nos aconseja también desviarnos antes de llegar a Puente la Reina unos 2km desde Muruzábal. Así podremos visitar la iglesia románica de Santa María de Eunate y disfrutar de este monumento nacional de planta octogonal y tradición templaria.

Dejamos atrás Navarra para entrar ya en La Rioja. Y hacemos un alto en el Camino para disfrutar de Logroño. Máximo Ramírez nos recomienda ver esta ciudad desde las alturas. El mejor lugar: la torre de la Iglesia de Santiago. Eso sí, 220 escalones hay que subir para contemplar las mejores vistas de la capital riojana. Para reponer fuerzas siempre nos podemos acercar a la calle Laurel y disfrutar de la zona de pinchos más emblemática de la ciudad.

Retablo de la Catedral de Santo Domingo que recuerda el milagro del gallo y la gallina

Otro de los lugares emblemáticos del Camino Francés es Santo Domingo de la Calzada, ciudad que nació y creció a partir del Hospital de Peregrinos fundado por el Santo en el siglo XII. Resulta imprescindible visitar su Catedral, el único templo que alberga animales vivos. Concretamente un gallo y una gallina, que recuerdan el milagro del peregrino ahorcado obrado por Santo Domingo. Aprovecha el fin de etapa en esta localidad para perderte por su casco antiguo, considerado Conjunto de Interés Histórico Artístico.

Tras La Rioja, la Comunidad de Castilla y León toma el testigo. Antes de llegar a Burgos no os perdáis el monasterio de San Juan de Ortega, fundado en el siglo XII, que cuenta con una reconocida fama hospitalaria con el peregrino. Burgos es, sin duda, un enclave para disfrutar con calma. Tras entrar en la ciudad por el Arco de San Juan, no os perdáis su hermosa catedral gótica, Patrimonio de la Humanidad. Nuestro compañero Javier de Domingo recomienda también coger fuerzas tomando una deliciosa morcilla de Burgos por las calles de San Lorenzo o San Juan. Aquí os dejamos algún que otro plan por si tenéis más tiempo para disfrutar de Burgos.

Peregrinos pasando la noche en las ruinas del Monasterio de San Antón. Foto: Manuel G. Vicente

Continuando nuestro Camino Francés llegaremos a Hontanas y Castrojeriz. Precisamente antes de llegar a esta última localidad nos encontraremos las ruinas del Monasterio de San Antón, un lugar mágico para los peregrinos. Se trata del lugar donde los antonianos curaban a los peregrinos que padecían el “mal de fuego” durante la Edad Media. Hoy en día es, como nos recuerda Isabel Martínez, un albergue atípico, en el que se puede pasar la noche tocando la guitarra, cantando o viendo las estrellas al lado de las ruinas. En Frómista, María Isabel Cortés nos recuerda que no podemos irnos sin visitar la iglesia de San Martín de Tours, una de las joyas del románico palentino.

Otra parada clave en el Camino Francés es León. Su Pulchra Leonina se erige en el centro de la ciudad, albergando una de las mayores colecciones de vidrieras medievales del mundo. Os dejamos en este enlace algunos puntos para visitar en León. Aunque no os podéis despedir de aquí sin seguir el consejo de José Gadañón: “Acercarse al Barrio Húmedo y al Barrio Romántico para vivir su ambiente y probar sus innumerables tapas servidas gratuitamente con un buen vino”. Inmersos ya en la comarca del Bierzo, llegamos a Astorga donde, sin duda, debemos acercarnos a visitar el Palacio Episcopal diseñado por Gaudí. Y, como nos recuerda, Manuel Amil, disfrutar de sus famosas mantecadas.

El peregrino que recorra el Camino Francés deberá cumplir con uno de los rituales más arraigados de esta Ruta Jacobea: llegar a la Cruz de Fierro y arrojar una piedra de espaldas a este símbolo de espiritualidad. Ya en Ponferrada tenemos una visita obligada al Castillo Templario mientras que en Villafranca del Bierzo podremos disfrutar de un conjunto histórico-artístico.

Abadía de Samos

Encaramos ya la recta final del Camino Francés entrando en Galicia por O Cebreiro, lugar de gran tradición jacobea y cuna del párroco Elías Valiña, “inventor” de la célebre flecha amarilla. Además de entrar en la Iglesia de Santa María, María Zoilo nos recuerda que una de las costumbres de los peregrinos es acercarse al Tesón da Cruz, en el monte de Pozo de Area, para disfrutar de un atardecer sobre los Ancares inolvidable. Para llegar a Sarria, otro punto clave del Camino, nuestra compañera María del Carmen López nos recomienda hacer el trayecto alternativo que pasa por Samos para poder visitar este impresionante monasterio benedictino. Y ya en Sarria, visitar la Calle Mayor y disfrutar de la gastronomía gallega. Como último punto antes de llegar a Santiago os recomendamos disfrutar del centro de Portomarín, con sus pórticos y su iglesia, reconstruida piedra a piedra tras la inundación del pueblo primigenio.

Si todo esto os ha sabido a poco, recordad que en todas las etapas de los distintos Caminos contaréis con alguna recomendación de los carteros de la zona. ¡Buen Camino!