Consejos para hacer el Camino
Cada vez más gente quiere disfrutar del Camino de Santiago en compañía de su mejor amigo: su perro. Y cada vez son más las facilidades para hacerlo. Albergues que aceptan mascotas, credencial canina y hasta su propia Compostela: la Perregrina.
Nuestra compañera, Conchi Moreno Saiz y su perro, Draco, son dos peregrinos que realizaron el Camino Francés desde O Cebreiro. Para que como ellos, vivas una experiencia libre de preocupaciones, aquí van unas recomendaciones de Conchi y Draco, y alguna que otra sugerencia. ¡Síguelas y el Camino de Santiago será inolvidable para los dos!
Preparación. Antes de iniciar tu Camino de Santiago, tanto tú como tu perro debéis prepararos. Sea cual sea la Ruta Jacobea elegida, habrá tramos exigentes que necesitan de una buena forma física. Así que antes de convertiros en peregrinos, tendréis que acostumbraros a hacer largas caminatas, de una o dos horas al día. Y empieza con tiempo: unos 2 o 3 meses antes. Así la adaptación será progresiva y os evitaréis disgustos en las primeras etapas. En el caso de nuestros peregrinos, salen a correr todos los días y los fines de semana, Conchi se lleva a Draco a “caminatas de 14 kilómetros”. Una preparación que completa con Agility para que este ‘spaniel breton’ de 4 años pueda canalizar toda su energía.
Además de la condición física, es importante tener en cuenta la época del año en la que vamos a realizar el Camino. Sabemos que no siempre se tiene libertad para elegir. Pero si podéis, evitad el invierno y los meses centrales de verano para evitar sufrimientos innecesarios como posibles golpes de calor.
Conchi y Draco hicieron el Camino en verano y ella tiene claro que “no lo haría otra vez en agosto porque con el perro tienes que caminar antes de que amanezca para evitar las horas de más calor”. Primavera y otoño serían las estaciones más recomendables. No obstante, si no podéis hacerlo en estas fechas, extremad preocupaciones y seguid muy atentos a los cuidados que os recomendamos.
Cuidados. Antes de nada debes tener en cuenta que las etapas marcadas por Caminos están pensadas para los humanos. Por eso, es posible que tengas que redistribuir los kilómetros en función de las necesidades de tu perro.
La hidratación es uno de los cuidados más importantes durante el Camino. Tanto tú como tu perro deberéis beber abundante agua durante el trayecto, descansar en sitios con sombra y procurar que se refresque en ríos, fuentes o cualquier otra fuente de agua siempre que puedas.
“Hacer muchas micro-paradas” es necesario, al igual que llevar una provisión de agua contigo: “siempre llevaba unos 3 – 4 litros de agua en una pequeña mochila para Draco”. Habrá etapas en los que no sea necesario porque atravesaréis ríos o encontraréis fuentes, pero en otras será más difícil encontrar tan a menudo fuentes de agua. Mejor prevenir.
Especialmente importante es el cuidado de sus almohadillas. Para evitar lesiones, las almohadillas deben estar bien hidratadas. Para ello es suficiente aplicarle crema hidratante o vaselina líquida cuando ya esté acostado para descansar y, si quieres, también antes de empezar a caminar.
Draco no tuvo ningún problema durante el Camino, y aunque es un perro acostumbrado a caminatas por el bosque, Conchi no dejó de ponerle vaselina en las almohadillas antes de salir a caminar.
Dormir y descansar es algo muy necesario para reponer fuerzas y afrontar con ánimo la etapa siguiente.
Recuerda que la necesidad de sueño de un perro es superior a la de un humano. Y que con el sobreesfuerzo de la caminata, probablemente necesite un descanso extra. Así que al llegar al alojamiento, prepárale su espacio y déjalo reponerse.
Alimentación. Alimentarnos bien durante el Camino de Santiago es fundamental. Tanto tú como tu perro haréis un esfuerzo extra, por lo que necesitaréis alimentaros bien para evitar problemas de salud.
Es aconsejable mantener su dieta habitual, con alguna ración extra que habrá que repartir a lo largo del día. “Al llegar al alojamiento le preparaba sus cosas para que descansara y un poco más de la ración que suele comer habitualmente”, nos aconseja Conchi.
Además es importante mantener un horario de comidas. “Nunca se puede dar comida al perro antes de empezar a hacer ejercicio”, ya que puede hacerle daño. Es probable que con el cansancio de la etapa tampoco quiera comer, aunque siempre hay un hueco para “los trozos de pan que le daban muchos peregrinos que nos cruzábamos”.
Eso sí, tendremos que disponer de pienso al llegar a la meta. No te preocupes por ello porque en todas las poblaciones por las que pasa el Camino de Santiago cuentan con algún supermercado o tienda en la que hacerse con él.
No obstante, si quieres prevenir, con cargar 1 o 2 kilos de pienso es suficiente. Y si prefieres caminar sin cargar con tu equipaje y el de tu perro además de la mochila de “imprescindibles” (con agua, botiquín, vaselina, chuches) que lleves contigo como Conchi, recuerda que en Correos ponemos a tu disposición el Paq Mochila, con el transportamos tu maleta, y el equipaje o el pienso de tu perro, de etapa en etapa. Y si luego quieres disfrutar de Santiago como Conchi y Draco, de vuelta a casa con el Paq Peregrino.
El Camino de noche, con el perro atado. Sobre todo en verano es recomendable salir a caminar pronto. Conchi y Draco se levantaban “a las 5:00am para empezar a caminar a las 6:00 am y evitar las horas con más calor”. Recuerda que tu compañero peludo es más sensible a las temperaturas altas y cuanto antes salgas a caminar mejor.
El inconveniente es que de noche tu percepción puede disminuir y sin conocer la ruta, puede haber una carretera próxima o animales sueltos de los que no te hayas dado cuenta. Por eso es mejor, que durante estas horas en las que todavía no disfrutas de luz, el perro vaya atado para evitar peligros. Cuando salga el sol, y siempre que no haya peligro, podrás soltarlo y dejarle disfrutar de la libertad del Camino.
Dónde dormir. En los albergues públicos aún no es posible dormir con mascotas. Pero en la mayor parte de las Rutas hay albergues privados y otro tipo de alojamientos en los que es posible quedarse a dormir con tu perro.
Así, a la hora de elegir el Camino que vas a hacer con tu amigo de cuatro patas debes tener en cuenta que resulta especialmente fácil encontrar alojamiento en aquellos itinerarios con mayor infraestructura y tráfico de gente como por ejemplo el Camino Francés. Aunque eso sí, según nos recomienda Conchi: “es mejor no improvisar y llevar todo reservado desde casa”.
En la asociación APACA cuentan con una lista de establecimientos que han ido recomendando aquellos peregrinos que han hecho el Camino con su mejor amigo. Os la dejamos por si os resulta útil: https://apaca.paradoxahumana.com/albergues-para-perregrinos
Documentación. Tu perro es igual de peregrino que tú. Por eso, podrá ir acreditado como tal con la Credencial canina. Aunque sin validez oficial, este documento funciona igual que la Credencial peregrina. Ambas deben ser selladas a lo largo de las diferentes etapas por las que pases en tu Camino. Aquí te dejamos un listado de lugares en los que puedes conseguirla.
Además, al llegar a Santiago podrá recibir La Perregrina, el equivalente a nuestra Compostela, que acreditará que tu perro ha realizado la peregrinación a Santiago.
Se trata de una iniciativa de la asociación APACA con el objetivo de sensibilizar a los peregrinos sobre el problema del abandono y maltrato animal en el Camino de Santiago. Para recibir La Perregrina solo tenéis que acercaros a su local acompañados de vuestros perros para que puedan comprobar que han realizado el Camino de Santiago con vosotros. Su centro está situado en los últimos metros del Camino Francés (Fontiñas, 27).
Además de la documentación perregrina, no os olvidéis de viajar con su cartilla en la que figura el microchip y sus vacunas por si os encontráis algún problema médico en el Camino.
Cómo llegar y cómo irte. Si viajas con tus mascotas te encontrarás más limitaciones. Para Conchi la falta de opciones fue la peor parte del Camino. Si escoges el tren recuerda que solo pueden viajar perros que no superen los 10 kilos y siempre en su propio transportín de viaje. También en autobús tendrás que llevarle su propio medio de transporte pero en este caso, además, viajará en la bodega junto a las maletas.
Si estas opciones no te convencen, la única opción es el transporte privado, en tu propio vehículo o en un taxi, que te permita llevar a tu perro contigo y en el que puedes marcar los descansos que necesites si haces un viaje largo. Esta última opción fue la escogida por Conchi para transportar a Draco.
Si después de leer todos estos consejos te animas a hacer el Camino de Santiago con tu mejor amigo descubrirás una ruta diferente. Para Conchi, que se propuso hacer el Camino como meta después de una operación de rodilla, ha sido una “muy buena experiencia”.
La compañía de Draco le ayudó a relacionarse con otros peregrinos, ya que “el 90% se paraba a saludar a Draco y hacerle mimos”; y a Draco “se le veía siempre feliz” caminando junto a su dueña. Tanto que el año que viene piensan repetir pero esta vez, desde Santiago al “Fin del Mundo”.
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