Compañeros del Camino
El 1 de junio, Andrés Ansó ‘Tala’, vecino del pueblo navarro de Villafranca, inició su primer Camino de Santiago en Portugalete (Vizcaya). Por delante lo esperaban cerca de 30 días por el Camino del Norte antes de llegar a la meta: Santiago de Compostela.
Pero no estaría solo en esta aventura. Lo acompañaron dos fieles amigos: su caballo ‘Cayetano’ y su perro ‘Popis’. Y contó con la ayuda del servicio Paq Mochila de Correos, para transportar el equipaje y parte del pienso de etapa en etapa. Charlamos con Tala tras llegar a la plaza del Obradoiro y os contamos una peregrinación a 10 patas que llevó a los tres amigos a descubrir paisajes impresionantes, conocer gente de todo el mundo y cumplir el sueño de llegar a Santiago de Compostela.
22 días por el Camino del Norte
Tala, Cayetano y Popis iniciaron el pasado 1 de junio su primera peregrinación a Santiago. Portugalete fue el punto de inicio elegido para un Camino que llevaría a los tres a recorrer más de 600km hasta Santiago. Hasta aquí, la historia sería la de cualquier grupo de amigos que deciden lanzarse a la aventura del Camino. Si no fuese por la peculiaridad de que ‘Cayetano’ es un caballo y ‘Popis’ un perro.
¿Qué llevó a Andrés a emprender esta aventura con sus animales? “Desde el primer momento tuve claro que esta experiencia la iba a vivir con ellos. O íbamos los tres o no íbamos”. Así de claro responde ‘Tala’, un joven de 36 años vecino del pueblo navarro de Villafranca, que aprovechó las vacaciones en su empresa para llevar a cabo esta aventura.
‘Tala’ reconoce que es un amante de la naturaleza y de los caballos. Suele hacer rutas de 3 o 4 días por el pueblo pero este año decidió que quería algo más. Y ahí fue cuando apareció el Camino de Santiago. “Mi idea era irme un mes y estar en contacto con la naturaleza y con los animales”. Y así fue.
La elección del Camino del Norte vino condicionada por la propia orografía de la Ruta. “Pensé en hacer el Camino Francés desde Roncesvalles o el del Norte. Pero al ir con el caballo, me pareció más adecuado recorrer el Camino del Norte, que nos ofrecía más naturaleza y, además, podíamos ir siguiendo la costa”, asegura.
El Camino del Norte no decepcionó. “La experiencia, a nivel personal, fue súper bonita. Ir con el caballo me permitió desviarme muchas veces de la Ruta y disfrutar de la costa hasta llegar a Ribadeo”, nos cuenta. Damos fe de que pudo disfrutar de impresionantes paisajes, ya que ‘Tala’ llevó consigo un dron, con el que fue inmortalizando su viaje y que fue colgando en su Facebook e Instagram.
A pesar de disfrutar al máximo de la experiencia, ‘Tala’ reconoce que la elección del Camino del Norte tuvo su parte no tan buena: “La mayoría de peregrinos que me encontré era gente mayor y casi todos extranjeros. Me faltó esa parte del Camino de confraternizar, de compartir”, confiesa.
A cambio contó con la sorpresa, atención y admiración de la gente de los pueblos por los que pasaron. “Si me dieran un kilo de pienso por cada foto, podrían comer todo el año”, asegura entre risas. “Me paraban, me preguntaban, se interesaban por los animales… El contacto con la gente fue muy bonito”, añade.
Unos 40 km diarios y con la ayuda del Paq Mochila
La idea de Tala era hacer el Camino en unos 27 días, que al final redujo a 22. Los tres caminaron una media de 40 o 45 kilómetros al día –a veces 30km, a veces 50km-, lo que los llevó a estar en ruta un promedio de 12 horas diarias.
“El 30% de la ruta la hice bajado del caballo para que ‘Cayetano’ reponga fuerzas”, explica Tala, quien reconoce que la peor parte la llevó ‘Popis’ a causa del calor.
Para la logística contaron con la ayuda del Paq Mochila de Correos, transportando de etapa en etapa el equipaje de los tres. “Viajamos con dos mochilas de 15kg cada una con nuestro equipaje y lo necesario para darle los cuidados que necesitaban ‘Cayetano’ y ‘Popis”, explica Tala.
Previamente, se recorrió el Camino en coche, dejando los piensos en los establecimientos en los que tenían previsto dormir o puntos alternativos asociados al Paq Mochila de Correos. “Todo el mundo se portó muy bien. Todo el equipo del Paq Mochila de Correos, muy atento y pendiente de nosotros. Y en el resto de establecimientos tampoco tuve problema para dejar el pienso”, nos cuenta.
Lo más problemático fue encontrar alojamiento para los tres. “Con ‘Cayetano’ tuve bastantes problemas porque en algunos cámpings no nos dejaron pasar allí la noche”, explica ‘Tala’. La solución no fue otra que alejarse de las poblaciones y acampar por libre.
Próximo destino: Portugal
‘Tala’, ‘Cayetano’ y ‘Popis’ entraron en la Plaza del Obradoiro el 23 de junio, tras 22 días en Ruta. Aunque el momento no fue tan especial como esperaban. El ayuntamiento tiene restringida la entrada a la plaza con animales de 6:00 a 9:00 de la mañana, por lo que necesitaban estar en esa franja horaria.
“Nos levantamos para hacer solo 3km y poder llegar a la plaza en hora. Creo que hubiese sido más emotivo si hubiese venido andando más recorrido. No obstante, yo me quedo con toda la experiencia vivida desde Portugalete”, nos cuenta Tala.
De hecho, no duda en recomendar hacer el Camino de Santiago con sus animales a todo aquel que quiera hacerlo. “El único consejo que les doy es que, si quieren, lo hagan. Van a tener dificultades pero una vez que llegas a Santiago, te das cuenta de que ha merecido la pena”, asegura.
Tanto que ya está pensando en repetir la aventura. Esta vez, bordeando toda la costa desde Ribadeo hasta Sagres, en Portugal. Unos 1.000km que espera que sean tan enriquecedores como este primer Camino de Santiago a 10 patas.
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