Consejos para hacer el Camino
Al raso, compartiendo el espíritu jacobeo en un albergue o descansando con todas las comodidades en un hotel. La pregunta de dónde dormir en el Camino de Santiago nunca tuvo tantas opciones. Albergues, pensiones, hostales, de camping, hoteles, casas rurales, apartamentos… Son muchas y muy variadas las opciones que un peregrino tiene hoy en día para pasar la noche en el Camino.
Hoy os desgranamos las principales ventajas e inconvenientes de cada una de ellas y os recordamos que en esta web podrás encontrar más de 4.000 alojamientos de todo tipo. Tan sólo tienes que acceder a cada etapa de las diferentes Rutas Jacobeas y descubrir los lugares dónde dormir en cada población que atraviesa el Camino de Santiago. Aquí te dejamos el listado con el acceso directo:
- Alojamientos del Camino Francés.
- Albergues del Camino Portugués.
- Albergues del Camino del Norte y otros alojamientos.
- Alojamientos del Camino Primitivo.
- Albergues y alojamientos del Camino Inglés.
- Alojamientos del Camino a Fisterra y Muxía.
- Alojamientos del Camino Sanabrés.
- Alojamientos del Camino de Invierno.
- Alojamientos de la Vía de la Plata.
- Alojamientos del Camino Mozárabe.
- Alojamientos del Camino Lebaniego.
Para vivir el espíritu del Camino: albergues
Si quieres vivir el verdadero espíritu del Camino de Santiago, el albergue es tu opción. Es, sin duda, una de las más económicas y en la que puedes vivir al 100% la hospitalidad jacobea. Aunque algunos peregrinos y hospitaleros veteranos se quejan de que se está perdiendo, los albergues mantienen esa camaradería tan genuina del Camino, que nos lleva a compartir comidas, abrazos y vivencias con personas a las que no has visto en tu vida.
Además, en todas las Rutas Jacobeas existe una red de albergues, más o menos consistente. El Camino Francés es, sin duda, un ejemplo a seguir a lo que a red de hospitalidad se refiere. Pero en el resto de las Rutas contarás con albergues como mínimo en las localidades que son fin de etapa.
Los albergues tienen, como todo, sus contrapartidas. Normalmente, las instalaciones se distribuyen en amplias habitaciones con literas, baños compartidos y algún espacio de uso común.
Esta circunstancia puede incomodar a aquellas personas que prefieran disfrutar de mayor privacidad, o lo que es más frecuente, alterar el sueño y el descanso. Los ronquidos son, de hecho, uno de los problemas más frecuentes de los albergues. Nada que no se pueda subsanar, eso sí, con unos buenos tapones.
Albergues públicos y privados
¿Qué debes saber de los albergues del Camino de Santiago? Para empezar que hay dos tipos de albergues: los públicos y los privados. Los públicos son más baratos (unos 8 euros la noche) pero no admiten reserva.
Las plazas (camas) se van repartiendo según el orden de la llegada de los peregrinos. Si haces el Camino de Santiago en bicicleta, ten en cuenta que los peregrinos que lo recorren a pie tienen preferencia. No obstante, permanecen abiertos todo el año, facilitando la hospitalidad en el Camino, y son atendidos por hospitaleros voluntarios que tratan de transmitir el espíritu jacobeo al peregrino.
En una categoría similar están los albergues parroquiales y de donativo, en el que el peregrino paga la voluntad. Al igual que los públicos, las camas se reparten por orden de llegada.
Los albergues privados son una buena opción para el peregrino que quiera disfrutar de mayores comodidades sin perder el verdadero espíritu del Camino. Suelen disponer de menos plazas por habitación y su coste no es muy elevado: entre 8 y 15 euros la noche.
La mayor parte de las poblaciones por las que discurren las diferentes Rutas Jacobeas cuentan con varios albergues privados, especialmente en los finales de etapa. Si esta es vuestra opción, además de en nuestra web, os recomendamos que consultéis la página de la Red de Albergues del Camino de Santiago.
A la hora de alojarse en un albergue del Camino de Santiago surgen otras dudas. Por ejemplo, ¿tengo que llevar saco de dormir? En los albergues, tanto públicos como privados, facilitan ropa de cama. No obstante, no está de más llevar el saco por si las noches son frías y necesitas algo más de abrigo.
Más comodidades y descanso
El Camino de Santiago ha evolucionado mucho con el paso de los años y cada vez más son los peregrinos que optan por un establecimiento turístico a la hora de descansar tras una dura jornada. Hostales y pensiones son los alojamientos más económicos de esta categoría, con unos precios que rondan los 20 euros por noche.
Hay establecimientos de todo tipo y al gusto del peregrino: habitaciones individuales o compartidas y baños privados o de uso común. Es una buena opción para aquellos que quieran escapar de las literas por una noche y disfrutar de un cierto grado de privacidad. Aunque solo sea por un día.
Los hoteles son, evidentemente, otra de las opciones de las que disfruta el peregrino a la hora de dormir en el Camino. Si bien es una de las opciones más caras, hay hoteles para todos los gustos y necesidades y la oferta es más amplia en finales de etapa y pueblos y ciudades de cierto tamaño.
Un paso intermedio entre las pensiones/hostales y los hoteles son las casas rurales. En general son casas de pueblo restauradas que se encuentran un poco más apartadas de los núcleos urbanos, ofreciendo un total descanso al peregrino. Su precio es más cercano al de un hotel que al de un albergue o pensión pero hay precios para todos los bolsillos.
Acampando en el Camino
Muchos son los peregrinos que, desde tiempos inmemoriales, han utilizado las estrellas como techo y el suelo como cama en su peregrinación a Santiago. En ocasiones en las que la afluencia de peregrinos es muy alta, por ejemplo en los meses de verano o en algún Año Santo, algunos ayuntamientos habilitan centros o polideportivos para que los peregrinos puedan pasar la noche. Ahí el saco de dormir será también nuestro gran aliado.
Cargar con una tienda de campaña a cuestas o un saco de dormir sigue siendo una opción, aunque cada vez minoritaria. Una alternativa más cómoda es hacer noche en la amplia red de acampada que hay en algunas Rutas, como por ejemplo en el Camino del Norte.
Esperamos que esta entrada te haya ayudado a decidir dónde dormir en el Camino de Santiago. Pero si tienes cualquier duda, recuerda que siempre puedes preguntarte a nuestros carteros o consultar en esta web algunos de los establecimientos disponibles. ¡Buen Camino!
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