Consejos para hacer el Camino
Desniveles, subidas, bajadas, tipo de firme, altas temperaturas, poco entrenamiento… Son muchos los factores que pueden convertir una etapa del Camino de Santiago en un infierno. Por ello no es fácil decidir cuáles son las etapas más duras del Camino de Santiago, ya que cada peregrino tendrá la suya.
Aún así, atendiendo a la experiencia de los peregrinos y a la orografía del terreno, hay algunas etapas que aparecen siempre en el pódium.
Los Caminos que discurren por el norte peninsular son los que suelen registrar un mayor grado de dificultad. A continuación recogemos algunas de las etapas más duras según la ruta elegida:
Camino Francés
El Camino Francés es una de las rutas de largo recorrido: con más de 30 etapas, este itinerario jacobeo discurre por una gran variedad de paisajes, terrenos, y climas. Su orografía es diversa y por ello nos resulta imposible quedarnos con una sola etapa:
Saint Jean Pied de Port - Roncesvalles. Ya hemos dicho en alguna otra ocasión que empezar el Camino de Santiago cruzando los Pirineos no sea la mejor opción. El peregrino que arranque en Saint Jean Pied de Port tendrá por delante 24 kilómetros que, a priori, parecen más que asumibles.
La cosa cambia al ver los puertos a superar: Bentartea, con 1.337 metros, y el collado de Lepoeder, a 1.430 metros de altitud. La cosa se complica si tenemos en cuenta que las subidas más duras se sitúan justo a la salida de Saint Jean Pied de Port: de los casi 1.400 metros de ascenso, 600 deben superarse en los primeros 8 kilómetros.
El descenso a Roncesvalles tampoco es un paseo: 500 metros a través de un hayedo, tan espectacular como dificultoso y resbaladizo.
Foncebadón - Ponferrada. Los peregrinos que atraviesan la provincia de León durante su Camino Francés suelen temer la subida de Astorga a la Cruz de Fierro y Foncebadón, con un desnivel de 600 metros. Pero la realidad es que más dificultosa es su bajada.
El descenso de Foncebadón a Ponferrada registra una pendiente acumulada de nada menos que 1.000 metros. La etapa cuenta con rampas muy empinadas, superando el 12% de desnivel en algunos puntos.
Rodillas, pies y espalda suelen sufrir de lo lindo en una etapa en la que torceduras, tendinitis y alguna que otra caída de la bicicleta son protagonistas.
Villafranca del Bierzo – O Cebreiro. Uno de los mayores temores de los peregrinos que recorren el Camino de Santiago es la subida al alto de O Cebreiro, a 1.308 metros de altura.
La etapa, de unos 28 kilómetros, discurre tranquila hasta las Herrerías. A partir de ahí, toca subir. Con una pendiente del 7-9%, habrá que ascender hasta O Cebreiro un desnivel de algo más de 650 metros.
Camino Primitivo
El Camino Primitivo es una de las rutas jacobeas más exigentes. El terreno montañoso, los desniveles y también el clima hacen que sus etapas no estén exentas de dificultad. Una desventaja que se solventa ampliamente con la extraordinaria belleza de la ruta y la amabilidad de sus gentes.
Pese a ser un Camino ya de por sí duro, hay una etapa que se convierte en la etapa reina:
Pola de Allande – A Mesa. La subida al puerto del Palo es una etapa tan temida como deseada para todo peregrino que realice el Camino Primitivo.
Es, sin duda, la más bonita. Pero el ascenso al puerto es duro y no se deja de subir hasta llegar a la cima, situada a más de 1.100 metros de altura, superando unos 600 metros de desnivel. Y tras subir, toca bajar: desde lo alto de las montañas asturianas hasta Berducedo.
Camino del Norte
Con más de 800 kilómetros, el Camino del Norte cruza el norte de España siguiendo la cornisa cantábrica. Aunque combina etapas suaves con alguna que otra más dura, las de mayor dificultad las encontramos, sin duda, en el País Vasco.
De todas, podemos señalar una como la etapa más difícil del Camino de Santiago:
Deba – Markina/Xemein. Es una de las primeras del Camino del Norte y, al igual que pasa con la primera del Francés, añade un plus de dificultad al recorrido. De una belleza innegable con los montes vascos como protagonistas, la poca presencia de servicios no ayuda a hacer más ligero el trayecto.
Como protagonista encontramos la subida al Monte Arno, a más de 500 metros de altura que se suben desde cero. A partir de ahí, subidas y bajadas que suponen un auténtico reto para el peregrino. No solo por los desniveles sino también por el estado del terreno.
Camino Inglés
Aunque el Camino Inglés es una ruta jacobea corta, discurre en parte de su recorrido por terrenos rurales y con importantes desniveles. De la ruta que comienza en Ferrol, la etapa más dura es la tercera:
Betanzos – Hospital de Bruma. Los casi 30 kilómetros de recorrido convierten hacen que esta etapa sea una de las más exigentes para los peregrinos que recorren el Camino Inglés. Discurre por paisajes de gran belleza, que solo se ve empañada por la dura subida a Bruma.
A la longitud y el ascenso se suma una desventaja añadida: la ausencia de servicios.
Camino a Fisterra y Muxía
Negreira – Olveiroa. Es la etapa más dura de todo el Camino a Fisterra y Muxía, principalmente por su longitud, con sus casi 34 kilómetros. La mayor dificultad de esta segunda etapa hacia el fin del mundo está en sus 11 kilómetros iniciales, donde se registran importantes desniveles.
El descenso hacia el mar una vez superado el concello de Mazaricos también requiere especial atención.
¿Habéis realizado alguno de estos Caminos? ¿Estáis de acuerdo con sus etapas más duras? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios de este artículo o en nuestras redes sociales (Facebook, Instagram, X o Youtube).
Para hacer estas y otras etapas más llevaderas os recordamos que en Correos tenemos toda una serie de servicios a vuestra disposición: transporte de mochilas, envío de bicicletas, paquetes y maletas o consigna en Santiago.
¡Buen Camino!
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