Consejos para hacer el Camino
Los meses de verano son tradicionalmente el período con las temperaturas más altas en el Camino de Santiago. Hay Rutas especialmente duras en estos meses como la Vía de la Plata, donde el calor se une a la ausencia de sombras en extensos tramos, o la parte central del Camino Francés, a su paso por las provincias de Burgos y León.
Quemaduras, calambres, insolaciones y hasta golpes de calor pueden ser algunas de las consecuencias si no se toman las medidas oportunas antes de iniciar nuestra peregrinación. Para que esto no ocurra, hoy os damos unos sencillos consejos para que el calor no te frene en tu Camino a Santiago. Empezando por el de Alfonso, Elena y Aurelio, que llegaron a la plaza del Obradoiro en plena ola de calor y que no dudaron en dejar algunas recomendaciones para futuros peregrinos.
Hidratación constante. El peregrino debe beber agua siempre que pueda. Es una regla fundamental en cualquier época del año. Pero en verano se hace obligatoria. Es recomendable beber cada media hora, por lo que un recipiente con agua debe ser nuestro fiel compañero. No os olvidéis de rellenarlo siempre que tengáis ocasión para evitar encontrarnos sin ella. Así que, atención a las fuentes y arroyos. Eso sí: presta atención y asegúrate de que el agua es potable. También ayudan las bebidas isotónicas, ya que el ejercicio y el calor nos harán perder sales minerales.
Protégete del sol. El sol es nuestro peor enemigo durante nuestra andadura. Para mitigar sus efectos nocivos, te recomendamos llevar ropa transpirable y de colores claros, protege tu cabeza con una gorra o un sombrero y nunca te olvides de aplicar crema solar cada dos o tres horas. Especialmente en la nuca y las pantorrillas, esas grandes olvidadas. Los ojos también sufren con el sol, así que protégelos con gafas de sol siempre que puedas.
Evita las horas de más calor. En épocas de mucho calor es recomendable que evitéis las horas centrales del día, cuando la fuerza del sol es mayor. Para eso, solo hay una palabra clave: madrugar. Os recomendamos salir del albergue no mucho más tarde de las 7 de la mañana para que os dé tiempo a terminar la etapa antes de que las temperaturas sean extremas. Y un consejo extra: si camináis de noche, extremad precauciones y no os olvidéis de llevar con vosotros una linterna. Si además podéis caminar en grupo o con compañía, mejor que mejor. Evitaréis despistes en el itinerario y tendréis apoyo por si se produce algún percance en la Ruta.
Programa tus descansos a la sombra. Antes de partir, intenta planificar tu Ruta diaria, buscando las zonas con sombra que te vas a encontrar a lo largo de tu etapa. Así, podrás programar tus paradas para descansar en zonas verdes o acondicionadas para combatir el calor.
Evita las comidas copiosas… pero no te olvides de comer. Una adecuada alimentación será clave en nuestro Camino de Santiago. Conviene hidratarse e ingerir algo sólido a lo largo del recorrido como fruta fresca o frutos secos, que proporcionan la energía necesaria para terminar la etapa. Y no esperéis a tener sed o hambre para hacerlo. Así evitaremos que nos dé una pájara. No obstante, recordad que caminar con el estómago lleno no es saludable, por lo que la comida más importante del día debe realizarse al final de la etapa. Si por cualquier motivo, esta se alarga, evitad siempre tomar comidas copiosas. Un bocadillo o un plato ligero es la mejor opción para reponer fuerzas y terminar nuestro recorrido diario.
Protege tus pies. Los pies requieren de una especial atención en el Camino de Santiago. Pero en verano o en épocas de gran calor debemos extremarlas. Lo principal para evitar ampollas y rozaduras es que los pies transpiren. Y ahí los calcetines juegan un papel fundamental. Nuestro consejo: que los compréis de un material sintético y sin costuras. Y, por supuesto, no se os ocurra estrenar calzado en el Camino. Cuanto más usado, mejor.
No hagas esfuerzos innecesarios. Recuerda que no es obligatorio hacer los kilómetros que marca la etapa. Si tus fuerzan flaquean, te encuentras cansado o no puedes con el calor, para. Ya recuperarás kilómetros si es necesario. Y si dispones de días, disfruta. Recuerda que la verdadera esencia del Camino está en el recorrido, no en la meta.
No cargues con peso. El ejercicio físico unido al calor provocará un mayor desgaste de fuerzas y energías. Por eso, más que nunca, evitar cargar con pesos innecesarios. Gorra, tres camisetas, dos pantalones y tres mudas de ropa interior son más que suficientes. Y si quieres caminar ligero, recuerda que en Correos ponemos a vuestra disposición el Paq Mochila, con el que transportamos el equipaje de alojamiento en alojamiento para que dispongas de todas tus cosas al final de tu etapa. Así, solo tendrás que cargar con lo mínimo: agua, crema solar y algo para llevarte a la boca.
Esperamos que estos consejos os resulten útiles si el calor os acompaña en vuestra peregrinación a Santiago. Y si no queréis sufrir sus efectos, intentad elegir una época del año donde las temperaturas sean más suaves como primavera u otoño y una Ruta en la que los termómetros no rompan sus marcas. ¡Buen Camino!
Tu dirección de correo electrónico no será publicada.
Los campos obligatorios están marcados con *