Compañeros del Camino
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Es de Michigan. Tiene 22 años. Y el pasado día 2 de diciembre emprendió en León lo que sería la experiencia de su vida: el Camino de Santiago. Es Andrew Patrick Larkin y esta tarde ha hecho historia: convertirse en el peregrino número 300.000. Tuvimos la oportunidad de hablar con él y de descubrir qué le motivó a llevar a cabo esta aventura.
“El Camino de Santiago es una experiencia fantástica”. Es la frase que Andrew Patrick Larkin repite entusiasmado desde su llegada a Compostela esta mañana. Una llegada histórica, al convertirse en el peregrino número 300.000. Desde que hay registros oficiales, esta es la primera vez que se supera la barrera de los 300.000 peregrinos que llegan a Santiago en un año, lo cual supone un nuevo hito en la historia del Camino, que año tras año mejora sus propias marcas. Ya el año pasado, con la llegada a Compostela de 277.854 peregrinos, se batió el histórico dato del último Año Santo, en 2010, cuando arribaron a la capital gallega 272.412 caminantes.
Impresionado por la película The Way
Poco podía imaginar Andrew el pasado 2 de diciembre cuando llegó bien temprano a León para empezar su aventura por el Camino Francés que iba a pasar a la historia del Camino de Santiago. Él simplemente quería caminar, reflexionar y descubrir aquellos paisajes que tanto le habían emocionado en la película The Way, dirigida por Emilio Estévez y protagonizada por su hijo Martin Sheen. “La vi hace años en EEUU y me prometí que algún día haría el Camino”, asegura tras recibir la Compostela que lo acredita como el Peregrino 300.000 en un acto celebrado en la Oficina de Atención al Peregrino y que contó con la presencia del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo; y del propio arzobispo de la Catedral de Santiago, monseñor Julián Barrio.
"Voy a recomendar a todos mis amigos que visiten España y hagan el Camino de Santiago"
La oportunidad para cumplir con esta promesa llegó este año, cuando Andrew se trasladó a Burgos para estudiar Química y algo de español. “En Burgos está muy presente el Camino de Santiago y todo lo que le rodea. Y ese ambiente me animó a hacerlo”, explica. Como tantos otros peregrinos, Andrew arrancó solo desde León. Pero muy pronto se vio envuelto por la magia del Camino y recorrió en compañía los 300 kilómetros que separan León de Santiago. “Una de las mejores cosas del Camino es la gente. No conocía a nadie y he acabado llevándome muchos amigos”, nos cuenta. Junto a él está Joan, un peregrino de Finlandia que emprendió su Camino hace un mes desde Saint Jean Pied de Port. Juntos han hecho la mayor parte del recorrido. Y suyo es el título 300.001. “Ha sido una experiencia realmente fantástica”, confiesa.
Los paisajes es otra de las cosas que más ha gustado a Andrew del Camino de Santiago. A pesar del frío, el viento y la humedad que a veces se metía en los huesos, nuestro peregrino 300.000 asegura que ha disfrutado mucho de cada pueblo, de cada paisaje y de cada paso: “Me encanta andar. De hecho soy muy aficionado al senderismo. Y esta ha sido una experiencia completa”.
El próximo martes, 19 de diciembre, Andrew volverá a casa. Y tiene claro qué es lo primero que va a hacer: recomendar a todos sus amigos y conocidos en EEUU hacer el Camino de Santiago una vez en la vida. “Tienen que venir a España y tienen que vivir esta experiencia”.
El Camino de Santiago, un lugar de encuentro y reflexión
Visiblemente abrumado pero radiante de felicidad, Andrew recibió esta tarde su Compostela y un documento que lo acredita como el peregrino 300.000 tras visitar esta mañana la Catedral y acudir a la tradicional Misa del Peregrino. En este acto simbólico recibió una Medalla de la Catedral y varios libros sobre el Camino, así como varios obsequios de Turismo de Galicia para que descubra los encantos de esta tierra.
Con él se cierra un año de récords, ya que a principios de agosto se entregó la Compostela 200.000. En esta ocasión a un madrileño: Ángel Herrero Gala, que llegó a Santiago caminando desde Salamanca. Previamente, el 22 de junio, Santiago recibía a los peregrinos 100.000, los brasileños Juliana Pivato y Eliezer Ribeiro Antunes Junior, que habían recorrido el Camino Francés al completo desde Saint Jean Pied de Port.
No obstante, y pese a la importancia de las cifras, tanto el presidente de la Xunta de Galicia como el arzobispo de Santiago, reivindicaron esta tarde el Camino de Santiago como un lugar de encuentro y reflexión. Así, Alberto Núñez Feijóo reflexionó sobre la necesidad de seguir impulsando las rutas más alternativas para reducir la presión sobre el itinerario principal. Mientras, el monseñor Julián Barrio destacó la parte espiritual del Camino y, a pesar de mostrar su felicidad por la cada vez mayor llegada de peregrinos, llamó a no perder el sentido primigenio de la peregrinación. Porque como bien señaló para cerrar el acto: "No llega antes el que va más deprisa, sino el que sabe a dónde va".
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